Llamar la atención de la audiencia, hacer comprensible un mensaje, aumentar el tiempo de permanencia o generar recuerdo en el cliente. Todos esos objetivos de marketing confluyen con éxito en una herramienta: el diseño gráfico. Como dice ese axioma tan repetido, el 80% de la información que retiene el cerebro es visual.
El problema de muchas pymes y autónomos es que no pueden destinar una partida de su presupuesto a contratar a un profesional del diseño. Por suerte, para conseguir imágenes atractivas que acompañen sus redes, infografías, webs y newsletters, existen una serie de herramientas de diseño muy útiles y prácticas.
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Canva
Es uno de los programas más conocidos y usados porque su interfaz es muy intuitiva y es posible crear una imagen desde cero de forma rápida y sencilla. Con un solo clic, puedes incorporar fotografías y textos.
En su versión gratuita, Canva ofrece más de 8000 plantillas predeterminadas con las que generar formatos muy variados. Gráficos, presentaciones, logotipos, pósteres, vídeos e incluso publicaciones para Instagram y Facebook. Asimismo, supone una buena solución para la publicidad offline, pues cuenta con servicio de papelería para comprar copias impresas de los bocetos.
Otras utilidades que le han hecho tan popular son la posibilidad de integrar su plug-in en WordPress para usarlo en las publicaciones online y la opción de desarrollar un equipo de trabajo para compartir contenido como proyectos, gamas de color y fuentes tipográficas. Los participantes pueden hacer comentarios y sugerencias directamente en el archivo y aligerar la toma de decisiones.
Pixlr
A diferencia de Canva, que no permite retocar imágenes, Pixlr se presenta como el “editor de fotos más popular”, por lo que es buena idea usar los dos programas combinados. Por ejemplo, primero se retoca la imagen con Pixlr y después se emplea en un proyecto en Canva.
Es un software muy fácil de usar y con funciones prácticas como recortar y superponer imágenes, así como agregar efectos, filtros y bordes, con un resultado bastante profesional y de gran calidad. Además, no se necesita descargar la aplicación, sino que se accede de forma online.
Trabaja con los formatos más conocidos, como JPEG, PNG, PSD, PXD o SVG y genera archivos ligeros y manejables. En su web explican que han incorporado el uso de inteligencia artificial para facilitar la edición de las imágenes, por ejemplo, en la eliminación automática del fondo. Por otro lado, cuenta con una app de móvil para quien necesite editar imágenes desde cualquier lugar.
Desygner
Quienes buscan herramientas de diseño para novatos, tienen en Desygner una buena solución. Sigue la línea de Canva: un uso cómodo con un funcionamiento intuitivo y multitud de modelos para elaborar tarjetas, posts, presentaciones, folletos y logotipos. Y todo con recursos gratuitos e imágenes libres de derechos.
Su manejabilidad consiste en arrastrar elementos, cambiar fuentes y colores y aplicar efectos. Quien no se adapte a su sencillez puede encontrar tutoriales en su web con los ‘paso a paso’ de cada función. Una de sus utilidades más conocidas es la posibilidad de redimensionar una imagen. Dispone de plantillas con todos los formatos y tamaños que se usan en las redes sociales más conocidas. Si, por ejemplo, se crea una imagen para Facebook, se puede cambiar el tamaño con unos cuantos clics y reutilizarla en Google Ads, Twitter o cualquier otra plataforma.
Por otro lado, al contratar su versión premium, ofrece herramientas más específicas. Entre otras, un hub de marca que integra los elementos estéticos que identifican a la empresa, un administrador de archivos que se encarga de actualizar diseños y contenidos y una herramienta que potencia el marketing local.
GIMP, el Photoshop de código abierto
Los que están habituados a Photoshop encontrarán en GIMP una opción muy parecida y gratuita, pues forma parte del proyecto GNU de generación de software libre.
Con este programa es posible editar y modificar imágenes, pero también recortar, colorear, redimensionar, añadir texto o formas y cualquiera de las tareas del programa de Adobe. Además, se pueden consultar los numerosos tutoriales y foros que existen, formados por una comunidad de usuarios muy activa que apoya recursos open source de este tipo.
Existen una gran variedad de plug-ins con nuevas funcionalidades tanto oficiales como desarrollados por la comunidad. GIMP trabaja con cualquier sistema operativo y formato, por lo que, aunque necesita cierta base de conocimientos, sus ventajas son mayores que sus contras. Para quien se anime con este software, el propio programa cuenta con un curso de capacitación con el que se obtiene un certificado oficial.
Hay muchas más herramientas de diseño gráfico. Crello y Snappa son buenas alternativas a Canva, con interfaces asequibles y múltiples plantillas para crear imágenes con rapidez. Con Fotor se consiguen sugestivos collages y Gravit Designer será perfecto para los que se atrevan con recursos más avanzados. Y es que si existe una necesidad de marketing, (casi) seguro que hay un programa para resolverla.
Imágenes | NordWood Themes on Unsplash, GIMP