A día de hoy, la ciudadanía es consciente de la necesidad de actuar para proteger el medioambiente. Desde el ámbito del emprendimiento también se trabaja duro para integrar la sostenibilidad en todos sus procesos. Y, en muchos casos, además, esta intención va de la mano de un gran éxito empresarial.
¿Se pueden hacer bañadores con el residuo plástico recogido de nuestras playas? ¿Sabías que un mueble reciclado puede tener hasta más valor que el original? ¿Tiene sentido en la sociedad actual conectada la antigua tarea de esos lecheros que repartían producto fresco hasta nuestra puerta? Son conceptos innovadores, sostenibles y que, además, funcionan a la perfección. [hde_related]
El sector empresarial, cada vez más sostenible
Defender nuestro entorno natural para mitigar los graves efectos que está provocando la emergencia climática, según anticipan los numerosos estudios científicos en la materia, es una tarea de todos. Una que, además, nos implica no solo como consumidores y ciudadanos y afecta a pequeños gestos en nuestro día a día, sino también como trabajadores y directivos.
Desde la empresa se es sensible a estos temas y hace tiempo que el sector ha abrazado la sostenibilidad. Puede que en los tramos iniciales hubiera algunos casos donde se implicaran más a nivel estético por temor a una reputación social negativa. A día de hoy, es una obligación moral y una prioridad de primer nivel.
Dentro y fuera de nuestras fronteras, tanto gran empresa como pymes están en perfecta sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por las Naciones Unidas. La aplicación correcta de este compromiso debe de venir desde arriba y requiere del conocimiento y la colaboración de toda la organización.
Cómo convertir la sostenibilidad en un negocio rentable
Vivimos una época en la que la productividad sostenible está en ascenso, lo cual supone un doble beneficio para nuestra sociedad. Y es que, a día de hoy, la sostenibilidad y la rentabilidad empresarial no son objetivos contrapuestos. Como demuestran innumerables casos, muchos de ellos de pymes y start-ups que han convertido en realidad sorprendentes ideas de negocio.
Por ejemplo, evitando el desperdicio de alimentos. En Países Bajos, Crisp es un supermercado online que trabaja con producto fresco y bajo demanda. La finlandesa Fiksu Ruoka rebaja el precio de alimentos a punto de caducar y los lleva a casa, a caballo entre Glovo y Too Good to Go. Y la británica The Modern Milkman actualiza, a través de la tecnología, el clásico concepto del lechero.
El interesantísimo claim de la londinense Notpla es “hacer desaparecer el envase”, produciéndolo con algas y plantas para que se biodegrade e incluso nos lo comamos. Hay otro proyecto muy interesante en el Reino Unido relacionado con este asunto, When in Rome, que fabrica botellas de vino de papel. Por su parte, Nuw lleva el concepto de Vinted y Wallapop a otro nivel y anima a compartir la ropa.
Ideas locales para fomentar el reciclaje creativo
España también despunta a la hora de aprovechar la innovación tecnológica para convertir en negocio el reaprovechamiento de materiales y la logística inversa. Por ejemplo, CO2 Revolution actualiza el modelo clásico de reforestación gracias a la siembra con drones y semillas inteligentes. La idea de Sheedo Life es devolver también a nuestros bosques con una papelería sostenible y plantable.
La circulación de patinetes eléctricos ya es norma, pero Reby los fabrica con componentes reutilizables y facilita sus datos de uso para mejorar la movilidad ciudadana. Desde Sorbos han afrontado el problema de las pajitas de plástico creándolas sostenibles y comestibles. Y en Souji nos animan a transformar aceite de cocina en jabón líquido mediante un sencillo proceso casero.
Revolución Limo subraya el impacto sobre el planeta que puede tener la compra de muebles y apuesta por el reciclaje creativo para producir piezas de diseño confeccionadas con plástico recuperado. Y en una línea parecida a la start-up Ecosegundos y la app Reciclos de Ecoembes, Tropaverde gamifica el reciclaje y fomenta la economía circular.
El textil español y la moda sostenible como gran objetivo
Los números son alarmantes: el sector de la moda tiene que ser sostenible. Y en ese aspecto, en España hay proyectos líderes como ECOALF, que utiliza la innovación tecnológica para fabricar prendas duraderas a partir de materiales reciclados. También proyectos más humildes, como Sloppy Tunas, se hacen grandes al ser capaces de diseñar divertidos bañadores con el desperdicio plástico que contamina mares y playas.
Además de con la rentabilidad económica, la sostenibilidad tampoco tiene por qué estar reñida con la estética. Son los casos de firmas como la barcelonesa allSisters y la mallorquina Suro, que presentan colecciones de moda de baño de gran calidad y estilo. Ambas cuentan con el certificado ecológico OEKO-TEX®, acreditación que garantiza la ausencia de sustancias nocivas y que sus productos estén fabricados en instalaciones respetuosas con el medio ambiente.
Por Pablo Vinuesa
Imágenes | Fotografía de portada por Noah Buscher, interiores de Jasmine Sessler y Naja Bertolt Jensen, todas en Unsplash.