La experiencia personal de María Paz Bureo ha sido determinante para llenar un vacío que existía en los servicios de rehabilitación destinados a pacientes que han sufrido lesiones neurológicas y precisan de fisioterapia específica a sus necesidades. La extremeña sufrió un traumatismo craneoencefálico severo a los cuatro años que le provocó varias secuelas que, sin embargo, no han conseguido mermar su afán de superación.
A pesar de que un 15% de la población mundial sufre algún tipo de discapacidad, pocos emprendedores se deciden a generar productos o servicios destinados a estos usuarios. No fue el caso de Bureo, que entre Neurofit y Fisioasistencia ha ayudado a que más de 750 y 8.500 personas, respectivamente, recuperen su movilidad con métodos innovadores y pioneros.
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Su formación profesional es en el campo de la terapia ocupacional y la fisioterapia. ¿En qué momento decide emprender y qué necesidades detectó para hacerlo?
Estudié Terapia Ocupacional primero y después Fisioterapia. Tras trabajar en varias clínicas y hospitales, pude comprobar cómo los pacientes que comenzaban la rehabilitación inmediatamente después de haber sufrido una lesión de tipo traumatológico o neurológico se recuperaban antes que los que retrasan el comienzo de la rehabilitación.
Por eso cree Fisioasistencia, un centro especializado en rehabilitación a domicilio orientado precisamente a facilitar el acceso a la rehabilitación a aquellos pacientes con dificultades para desplazarse a una clínica tradicional. Desarrollamos un servicio que permitía el tratamiento fisioterapéutico en cualquier ubicación, de forma similar a como se llevaría a cabo en una clínica.
Después participé en varios proyectos de innovación y desarrollo orientados a la tecnología de rehabilitación y de ahí surgió Proter, hoy Protertech.
Una vez decide dar este paso, ¿qué procesos siguió para establecer Protertech y Fisioasistencia primero y Neurofit después?
Comencé como autónoma, pero el crecimiento del negocio me llevó a ampliar equipo e infraestructura. Constituí primero una comunidad de bienes y luego una sociedad limitada. Siempre he ido paso a paso en cada proyecto en el que me he involucrado.
La idea de Neurofit surgió ante el creciente número de casos de ictus que atendíamos y la falta de clínicas especializadas en la recuperación de capacidades específicas, más allá de los centros genéricos de rehabilitación. Lo primero que hicimos fue crear un pequeño taller-laboratorio en el que desarrollamos los primeros métodos y adaptamos algunos equipos al propósito que buscábamos: ayudar a nuestros pacientes a recuperar la capacidad de moverse. Posteriormente, buscamos socios tecnológicos que pudieran desarrollar lo que habíamos pensado y que pudieran aportarnos tecnología complementaria.
La tecnología es una de las claves, y por eso visitó centros en Estados Unidos, Canadá y Europa. ¿Cómo fueron estas visitas y cómo influyeron en los dispositivos, equipos y software 0para la rehabilitación de sus pacientes?
Visitamos centros tecnológicos, universidades, clínicas punteras y hablamos con muchos investigadores y desarrolladores. Trabajamos de forma segmentada en la búsqueda de tecnología para los siguientes propósitos: mejorar la marcha y la forma de caminar, mejorar el equilibrio, optimizar la capacidad de sortear obstáculos y evitar caídas, Mejorar o recuperar la capacidad de coger y transportar objetos y mejorar el tono muscular en general, de forma acorde al perfil del paciente neurológico.
Tras aquellas visitas y reuniones, conseguimos identificar la tecnología que ha hecho posible Neurofit. Basándonos en ella, desarrollamos nuestro método de trabajo, que hemos probado con cientos de pacientes con muy diversas patologías.
[hde_quote author=»María Paz Bureo,» position=»Fundadora de Neurofit»] Neurofit surgió ante el creciente número de casos de ictus que atendíamos y la falta de clínicas especializadas en la recuperación de capacidades específicas [/hde_quote]
¿Son estos centros internacionales los que les proveen del equipamiento necesario o es a través de ProterTech, empresa que diseña y comercializa tecnología en el ámbito sanitario, especialmente en el campo de la discapacidad, fundada por usted?
Nuestros socios internacionales nos proveen de la tecnología que necesitamos en Neurofit y producen aquellos desarrollos y tecnología que ideamos en el centro. Protertech se creó para ayudar a otros centros de rehabilitación y fisioterapia a mejorar su servicio a través del uso de tecnología.
¿Su situación personal fue determinante para proponer este nuevo enfoque en la manera en la que se realiza fisioterapia y rehabilitación a personas que han sufrido lesiones neurológicas?
Fue fundamental. Lo que viví en mi infancia me ha permitido conocer de primera mano qué sienten los pacientes a los que hoy ayudamos.
El paciente que ha sufrido una lesión neurológica o daño cerebral sobrevenido tiene que recuperar casi todas sus habilidades para su día a día. Yo viví esa situación siendo niña y conseguí superarla, logrando ir a la universidad, trabajar, ser empresaria y ser independiente. Hace 5 años fui madre, lo cual también ha supuesto un importante reto para mí.
¿Qué retos tuvo que superar en este camino hacia el emprendimiento?
Muchos. No es fácil que la sociedad crea en ti al principio. Tampoco es fácil levantarse tras haberse equivocado. El emprendimiento es ser constante, paciente, no mirar nunca el reloj y renunciar a muchas otras cosas en tu vida. Cuando tienes una discapacidad, sea cual sea, todo se vuelve un poco más difícil.
En su opinión, ¿por qué no existe una mayor visibilidad de personas que con algún grado de discapacidad también se deciden a emprender?
Comienza a haberla. El emprendimiento es una salida profesional excelente para muchas personas con discapacidad que de otro modo tendrían dificultades para integrarse en el mercado laboral. Crear tu propio empleo te permite potenciar aquello en lo que eres bueno y ponerlo a disposición de la sociedad. Existen ya diversos programas de fomento del emprendimiento para personas con discapacidad promovidos por entidades como la Fundación Once. Creo que falta mucha formación también porque no conocemos todos los instrumentos que están a nuestra disposición y que pueden suponer ese primer empujón tan importante para lanzarse a emprender.
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Me parece importante reseñar que tampoco existen muchos emprendedores enfocados a crear productos o servicios para las personas con discapacidad. Mil millones de personas sufren algún tipo de discapacidad en todo el mundo, lo que representa un 15% de la población mundial. Es un mercado interesante, ¿no crees?
Seguro que las necesidades de cada paciente son distintas, pero, ¿podría poner un ejemplo de una terapia que emplean y cómo mejora la situación de la persona comparada con una rehabilitación más pasiva que sigue la fisioterapia más tradicional?
Utilizamos un método propio basado en hacer posible el movimiento cuando es difícil o muy improbable. Utilizando herramientas avanzadas y técnicas activas, logramos que el paciente se mueva por sí mismo, aunque sea muy poquito al principio y vaya mejorando en la recuperación de capacidades de forma progresiva.
La gamificación es clave para conseguir el objetivo de recuperación. Está comprobado que un paciente motivado logra recuperarse mejor y más rápido que el que no lo está.
Desgraciadamente, la tasa de abandono en rehabilitación neurológica es muy importante y mediante el juego terapéutico buscamos conseguir que la rehabilitación sea menos dura para el paciente.
Imágenes | Cedidas por Neurofit
