El emprendedor autónomo, normalmente, espera al momento en el que se da de alta para realizar muchas de las tareas, lo que le puede suponer, sin saberlo, un gasto innecesario de tiempo y dinero, y lo mismo, la pérdida de alguna oportunidad. Por su naturaleza, existen algunos aspectos organizativos que el emprendedor puede hacer antes de abrir la empresa y que le pueden reportar un buen ahorro.
La base de datos de potenciales clientes
Unos meses antes de poner en marcha tu negocio, es un buen momento para dotarte de herramientas, y una de las principales para el proceso de venta es la base de datos de potenciales clientes.
En principio elige qué tipo de software, sabiendo que una simple una hoja de cálculo te puede permitir trabajar con infinidad de datos y filtros, y a continuación decide los campos que debe incluir. ¿Cuáles? Normalmente los datos de contacto de la empresa y la de la persona a la que dirigirte, incluyendo, por supuesto, teléfono e email, para poder hacer campañas de marketing a través de distintas vías desde que abras.
Es conveniente que la dejes lo suficientemente abierta, incluyendo campos que, aunque lo mismo ahora no te hagan falta, en un futuro puede ser que sí, como por ejemplo el código postal o el horario de apertura, que te pueden ayudar a organizar las visitas a puerta fría. Una vez configurada, se trata de alimentarla, y ahí Internet es una fuente inagotable, siendo lo más aconsejable llamar para localizar a la persona exacta a la que dirigirte.
El dossier de ventas
En relación a lo anterior, una vez tengas claro a qué clientes potenciales puedes ofrecerle tus productos o servicios, te falta lo principal: qué ofrecerles. Y no se trata de que te pongas a pensar qué servicios, que ya lo tienes que haber resuelto antes de tomar la decisión de emprender, sino de qué forma presentárselo en un dossier.
El dossier de venta cumple su función, y no se trata de ir simplemente a una visita con un folleto, que no está hecho para presentarle tus productos o servicios a un cliente.
Debes tener en un documento que le puedas enviar por email al cliente, con las características principales de tus servicios y las formas de adquirirlo, incluyendo una posible oferta económica.
Igualmente, te conviene preparar tu faceta como comunicador y ensayar la presentación de tu empresa acorde a tu dossier, de manera que la puesta en escena sea convincente. Y es que, para “enamorar” a un cliente hay poco de improvisación.
El manual de identidad corporativa
Este aspecto no es que sea bueno adelantarlo meses antes de tu apertura, sino que es casi obligatorio. Tienes que buscar un diseñador y trabajar un brienfing con él, donde le puedas trasladar lo que quieres de tu futura marca.
El manual de identidad corportativa de tu empresa te va a indicar cómo usar tu logotipo de ahí en adelante, por lo que es un paso previo fundamental, ya que de él depende, como no lo hagas con antelación, que termines generando una marca incongruente o te retrasarás en su puesta en marcha.
El registro de la marca
Registrar un nombre comercial y un logotipo en España no es que sea complicado en cuanto al trámite que hay que hacer (en una hora y con la ayuda de un certificado digital puedes hacer lo tu mismo), sino que su concesión es muy lenta.
Desde que lo solicitas hasta que la Oficina Española de Patentes y Marcas te concede el uso de la misma pueden pasar siete u ocho meses, periodo en el cual te puedes arriesgar a usar la marca, si has hecho una buena investigación previa, o en el peor de los casos, si eres muy prudente, esperar.
En cualquier caso, es recomendable pedir el registro desde que tengas claro que vas a abrir un negocio y tengas definido el nombre comercial y el logo.
La forma de hacer benchmarking
Con el tiempo y a base de golpes te darás cuenta que analizar a tus competidores y aprender de ellos es vital para no estar perdido en tu sector.
Qué mejor momento que en la tranquilidad de no haber empezado a trabajar, para elaborar tus plantillas para controlar a tus competidores. Tener una ficha de cada uno, practicarle un cliente misterioso, presencial y telefónico, puede ser una gran idea, de manera que puedas repetirlo cada cierto tiempo.
La página web
La página web de tu empresa es un elemento de tu negocio que puedes crear, trabajar y surtir de contenido teniéndola offline. De esta manera, cuando vayas a empezar la actividad, la tengas lista, pudiendo tomarte el tiempo necesario sin tener que hacerlo deprisa y corriendo a última hora.
En este sentido, es aconsejable varias cosas:
- Mientras estés offline tener una landing page en la que tu potencial cliente pueda conocerte, localizarte o dejarte sus datos para que le informes de la inauguración.
- Ir generando contenidos para el blog, para que cuando lances tu página no pierdas el tiempo en escribirlo y el posicionamiento lo ganes fácilmente.
Sin duda, será lo más importante, a la par que generas el nombre comercial, compras el dominio y coges los perfiles en redes sociales que te interesen.
Javier Navarro