Crowdfunding, una palabra que hasta hace unos años no habíamos escuchado nunca, se ha convertido en uno de los servicios más utilizados por el sector INDIE de los videojuegos.
¿Qué es esto del «crowdfunding»? se estarán preguntando algunos… Pues es un simple sistema de mecenazgo en el que unos creadores exponen el boceto de la idea que tienen en mente y los “backers” o mecenas, si les resulta atractiva la idea, dan una aportación económica para que se haga realidad. Normalmente todas estas aportaciones siempre reciben recompensas que serán más o menos valiosas en relación al dinero aportado.
En videojuegos, esta nueva forma de sacar proyectos adelante ha supuesto una pequeña “revolución” en varios aspectos:
- Las compañías pequeñas han conseguido una gran publicidad y visibilidad de sus proyectos incluso antes de salir al mercado. Algo que antes era totalmente imposible y que gracias a ello pueden tener más posibilidades de éxito.
- Figuras de renombre dentro de este sector se sentían totalmente perdidos en sus creaciones por presiones de la editora. Muchas veces estas presiones afectaban al contenido, pero ahora pueden acudir a estas vías de financiación y “liberase” para hacer obras 100% suyas sin decisiones de terceros.
- Sagas y series con cierta base de fans que probaron suerte en su momento y no triunfaron tienen una segunda oportunidad.
- Se han creado nuevas tecnologías. De no acudir a estas plataformas se hubieran desarrollado mucho más tarde por ser ideas demasiado arriesgadas para empresas tradicionales.
- Páginas como Kickstarter ha favorecido a la creación de nuevas desarrolladoras que han tenido éxito con sus primeros proyectos en crowdfunding.
Por lo que vemos, todo ha sido realmente positivo para la industria del videojuego que gracias a los INDIE está viviendo una “segunda juventud” tras un par de años estancados en ideas un tanto repetitivas y llenas de secuelas. Pero no es oro todo lo que reluce…
Por otra parte también hay que afirmar que no es un “mercado seguro”, ya que las transacciones de mecenazgo sólo te están ofreciendo que ese proyecto se publique, la calidad con la que salga el proyecto queda fuera de todo esto. No hay devolución posible como tendrías en una tienda física o digital, no hay garantías sobre productos físicos, ya que normalmente no es un producto que se comercialice y aunque lo haga a menos que lo hayas comprado en tienda no dispondrás de este “servicio”. Además, también hemos visto empresas de cierta envergadura acudir a este servicio de mecenazgo en búsqueda de una financiación para que sus proyectos sean menos arriesgados en cuanto a presupuesto, algo que rompe con la idea inicial de estas plataformas.
Lejos de estos inconvenientes, hemos de reconocer que ha sido tremendamente beneficiosa para la industria y que hoy gracias a ello disfrutamos de productos y nuevas industrias desarrolladoras como estas:
Shovel Knight por Yacht Club Games
Un proyecto realmente innovador con un sabor añejo en su aspecto gráfico ha conquistado el corazón de una gran cantidad de jugadores y hasta de algunas empresas. Con un estilo visual muy parecido a lo visto en la Nintendo de 8 bits, nos ofrecen la aventura de un caballero de azulada armadura armado con una pala en un plataformas muy al estilo de MegaMan.
Este juego ha conseguido ser uno de los más exitosos a posteriori del Kickstarter con el que se financió, saliendo en el mercado de forma física con versiones de contenido exclusivo para diferentes plataformas. También con su propio amiibo oficial, el único fuera de cualquier juego hecho por Nintendo.
Como hemos comentado antes, no sólo de videojuegos se ha nutrido el mercado gracias al crowdfunding, sino también de nuevas tecnologías que han ido marcando tendencias. Las gafas de Oculus Rift para vivir experiencias digitales en VR, fue un proyecto financiado por Kickstarter y que posteriormente compraría facebook que es la que lleva el proyecto en estos momentos.
Dos juegos diferentes que gracias a Kickstarter han conseguido existir. El primero por ser un tipo de juego en el que ya no creen las editoras de hoy en día, el creador de Castlevania, Koji Igarashi, seguía manteniendo la visión de hacer un juego laberíntico y de plataformas 2D de éxito, algo que la comunidad con su respaldo ha terminado dándole la razón al creador.
El segundo es la archiconocida saga de Yu Suzuki que se conoce por ser la saga más cara de la historia y uno de los mayores fracasos de SEGA. Con el tiempo Shenmue se ha convertido en una saga de culto pedida por muchísimos fans, algo que se ha visto reflejado en la campaña de financiación recaudando 6,3 millones de dólares.
Como vemos los proyectos son muy diferentes y variados tanto en dedicación, estilos e incluso ambición. Esperemos que este mercado siga evolucionando y nos siga dando productos tan originales 🙂
Sergio Gómez