Emprender y crear un nuevo negocio es una tarea compleja. La prueba de las tres ‘T’ puede ayudar a esclarecer si lo que tenemos en mente podría tener éxito o no. ¿En qué consiste?
Si un negocio va a salir adelante o está destinado al fracaso es lo que los emprendedores necesitan tener claro antes de embarcarse en un nuevo proyecto. Para detectar una idea de negocio millonaria, es clave realizar un análisis previo para ver qué dirección podría tomar en caso de llevarse a cabo. Aquí es donde entra en juego la prueba de las tres ‘T’, ideada por el inversor y fundador de la herramienta de gestión de redes sociales Hootsuite, el canadiense Ryan Holmes.
Tras casi una década de experiencia en el universo emprendedor, y después de convertirse en inversor de múltiples startups, Holmes desarrolló un método que utiliza para aquellas empresas que buscan fondos de inversión.
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La prueba de las tres ‘T’
El flamante business angel comenzó su trayectoria profesional vendiendo su startup a diversos inversores, y ahora también se dedica a comprar ideas e invertir en negocios de nuevos emprendedores. Gracias a su experiencia en ambos campos, Holmes ha descubierto este método, que utiliza de forma habitual para ver si merece la pena apostar por un proyecto. De este modo, para él, aquellos negocios que pasan la prueba de las tres ‘T’ son más propensos a conseguir la financiación que necesitan y tener un futuro de éxito.
La clave del método de las tres ‘T’ consiste en plantearse si el proyecto en cuestión tiene tres elementos que el canadiense considera esenciales: talento, tecnología y tracción.
1 – Talento
Una buena idea de negocio necesita un buen emprendedor detrás, una persona con talento para poder transformar esa propuesta en innovación. A la hora de evaluar un negocio en el que invertir, Holmes empieza siempre por analizar a sus emprendedores y equipos.
Este también es el punto principal de las siete claves del éxito de las startups españolas sobre las que se debatió en el Foro Emprendedores celebrado en 2017. Miguel Vicente, cofundador de Antai Venture Builder, David Hernández, fundador de Pangea, y Yolanda Pérez, directora de BStartup de Banco Sabadell, están de acuerdo en que la primera clave para el éxito en una startup es el emprendedor y su equipo.
¿Cómo podemos definir a un emprendedor con talento? Una definición, que llega por parte del Instituto Universitario de Desarrollo Tecnológico y Promoción de la Innovación de la Universidad Carlos III de Madrid, es la siguiente:
[hde_quote align=»[left]El emprendedor es una persona con espíritu proactivo capaz de convertir proyectos e ideas en realidades. Si algo lo caracteriza es la importancia que dan al proyecto en sus vidas, yendo siempre más allá de lo que esperado alcanzando un elevado nivel de excelencia y originalidad.[/hde_quote]
2 – Tecnología
Para el CEO de Hootsuite, la tecnología no puede quedar relegada a un segundo plano. Esta debe ser igual o más importante que la idea en sí. La clave está en tener a una persona en el equipo que se encargue de todos los aspectos técnicos, y otra que se dedique a todo lo demás. De esta forma, estaríamos ante el futuro CTO (Director de Tecnología) y CEO (Director ejecutivo) de un negocio que empieza a convertirse en una idea viable.
Hay que tener en cuenta que hoy en día tenemos a nuestra disposición herramientas que, cuando son bien utilizadas, permiten a los negocios reducir costes e incluso aumentar la productividad y que ya se consideran factores importantes para cualquier empresa.
3 – Tracción
Es esencial contar con usuarios reales y ver si están dispuestos a pagar para atraer a los inversores. Siempre es más seguro apostar por una idea que ya ha sido probada que por una que únicamente está escrita en un papel. Para el canadiense, una idea nunca podrá ser un negocio si no resulta atractiva para los clientes.
Aquí entra en juego la importancia de lo que se conoce como ‘factor K’. Este hace referencia a la cifra que tiene en cuenta la cantidad de usuarios nuevos que llegan al producto o servicio invitados por un usuario ya existente.
¿Cómo calculamos el factor K?
Se trata de un concepto que se utiliza para medir la viralidad de un contenido, producto o servicio, en base a su consumo por parte de un usuario. De este modo, se considera que un producto es viral cuando el ‘factor K’ es superior a 1. ¿Qué significa esto? Que a través de cada persona que utiliza un producto, servicio o consume un contenido, la empresa consigue una nueva que hace lo mismo.
El propio Holmes reconoce que no podemos saber a ciencia cierta si un negocio va a funcionar o no y que el método no resulta infalible en todos los casos. De hecho, hay empresas que cumplen la prueba de las tres ‘T’ y fracasan, y a la inversa.
Un ejemplo es el caso de Uber. Este business angel no invirtió en la compañía porque no cumplía con este método de las tres ‘T’ y ahora está valorada en más de 50.000 millones de dólares. Sin embargo, esta prueba puede ayudarnos a apuntar en la dirección adecuada con una idea de negocio para llevarla al éxito, sobre todo para aquellas personas que quieren iniciarse en el universo del emprendimiento.
Imágenes | Pixabay