El 34,2% de las pymes españolas pidieron algún tipo de crédito a lo largo del año pasado. Pero el hecho a destacar es que el 99% de ellas recibieron financiación por parte de una entidad de crédito. Con un mayor número de solicitudes y emisiones, la liquidez está volviendo a las pequeñas empresas.
Así lo recoge el ‘Informe Pyme 2018’, de CEPYME, del que hace poco mencionamos el análisis de la digitalización. Según este informe, cerca de un tercio de las pymes de nuestro país busca financiación externa. Así es la radiografía del crédito a la pequeña empresa.
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¿Cómo piden créditos las pymes?
Según estos datos de 2018, el 34,2% de las pymes solicita créditos, el 35,7% considera que no los necesita y el 29,3% se autofinancia. Solo el 0,8% descarta la financiación propia o la solicitud de crédito al considerar que no lo recibiría. Estas últimas entran en la catalogación borrower discouragement. Es decir, se ‘autorracionan’.
Además de aumentar las líneas de crédito y las solicitudes, de las cuales se conceden el 99%, también han cambiado las condiciones. Como veremos más abajo, los créditos se han abaratado. Tanto es así que el 51,2% de las pymes ha conseguido créditos en mejores condiciones que el año anterior.
Solo un 8,2% tiene hoy peores condiciones de crédito y un 0,5% no llegó a aceptarlas. En líneas generales, una pyme actual tiene más oportunidades de conseguir liquidez para su empresa que en años anteriores.
Un interés que no deja de bajar
En los últimos años las pymes han tenido muy difícil el acceso al crédito, y esto se ha notado en el tejido empresarial. Sin embargo, recientemente las inyecciones de capital han crecido y ahora los niveles se acercan a los que teníamos en 2008.
Según datos del Banco de España, a finales de 2008 el interés de los préstamos tocó techo superando el 6,5%. Tras una corrección brusca hasta mediados de 2010 (en 2010-2014 hubo un pico que llegó a subir hasta 5,1%), los tipos de interés no han hecho más que bajar. En 2017 caían por debajo del 1,83%.
Esto se traduce en un coste más bajo del dinero prestado a las pymes. Por tanto, en un mayor acceso para las pequeñas empresas y en una mayor liquidez. Si entre 2011 y 2016 la tasa interanual de demanda de créditos no dejaba de caer, 2016 fue el primer año en que esta subía. 2017 y 2018 afianzaron la tendencia.
¿Las pymes contratan más?
En 2016, una de cada seis empresas confirmó que contrataría si tuviese acceso a crédito. Del ‘Informe de empleo en las pymes 2018’ se desprende que el mayor volumen de contrataciones pertenecieron a empleados administrativos, profesionales de apoyo en finanzas, matemáticas, ciencias sociales y tecnología, operadores de instalaciones y maquinaria fijas y directores y gerentes.
En la gráfica de abajo, del mismo informe, muestra el total de afiliados a la Seguridad Social como el 100%. Podemos comprobar cómo 2016 y 2017 suponen el punto de inflexión de empleados y trabajadores no cualificados. Y subiendo para el total.
Las pymes españolas suponen el 99,8% de las empresas y generan el 85% de los puestos de trabajo. Parece que el sector financiero está valorando esto a la hora de emitir créditos, y se espera que en 2019 la tendencia continúe creciendo. Pero, ¿qué se necesita para pedir un crédito?
¿Qué valoran los bancos a la hora de dar financiación?
La confianza del mercado se muestra a menudo a través de una serie de indicadores financieros. Uno de los más importantes es aquel que busca un equilibrio entre inversión y financiación: el ratio de estabilidad. A la hora de solicitar un crédito, es importante tener las cuentas claras y al día.
También tener un proyecto de futuro y una buena proyección. Diseñar un proyecto de innovación o buscar el crecimiento empresarial son algunos de los puntos clave a la hora de solicitar ayudas económicas. Además, hay sectores de actividad, como el artístico, que últimamente están aumentando su valor. Otros, como la industria de generación de energía fósil, caen en picado.
Tener un plan de digitalización a medio plazo, fomentar la economía circular o eliminar sesgos en la contratación son otros factores que aportan valor a la empresa y no debemos olvidar. Más allá de nuestra actividad, fomentar unas condiciones de calidad al empleado y ayudar al tejido económico local pueden darnos los puntos necesarios para obtener el crédito.
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