Qué es un ‘hub’: tipos, dónde están y ventajas y beneficios de estar en uno

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La definición de qué es un hub apunta a un tipo de infraestructura que agrupa empresas bajo un mismo paradigma o territorio, fomentando la innovación, la estabilidad regional y la retención del talento, entre otros factores. Físicos y/o virtuales, los hubs son lugares de tránsito que ayudan a consolidar nuevos sectores industriales.

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Localizarse ‘en medio’ de los lugares de tránsito es una estrategia milenaria que funcionaba ya con la legendaria Ruta de la Seda y sin duda funcionará con su versión moderna, así como en otros lugares de flujo.

Qué es un hub en el contexto del emprendimiento

Un hub es un espacio en el cual los emprendedores tienen la oportunidad de coincidir, conocerse, trabajar juntos o construir redes y comunidades. El objetivo de estas estructuras o redes entre personas innovadoras es la cristalización de nuevas innovaciones derivadas de reunir en un mismo lugar a muchos empresarios, de forma que surjan nuevas ideas.

Este tipo de agrupaciones de empresarios no son históricamente nuevas. Se han usado desde la Antigüedad, aunque su máximo exponente en nuestro tiempo probablemente sea Sillicon Valley. En esta región, la Universidad de Stanford se convirtió a mediados del siglo XX en un involuntario hub de talento tecnológico que dio lugar a un entorno de altísimo dinamismo empresarial.

¿Cuál es el origen del término hub?

Dice la Fundéu que el anglicismo hub tiene como equivalentes los conceptos “intercambiador”, “centro” o “punto de conexión” y “concentrador o nodo”, aunque dentro del espectro empresarial este podría tomar el significado de “centro neurálgico” o “centro de negocios”. Designa el lugar donde se concentra y, por tanto, mueve y avanza cierto sector.

En inglés, hub no es una palabra nueva. Ya en 1640 designaba el “centro sólido de una rueda” y el concepto ha ido evolucionando siempre con la idea de centralidad y punto de intercambio. De hecho, el término se popularizó a mediados del siglo pasado con la informática, que encontró en la teoría de grafos un aliado importante.

Durante varios siglos, hub había sido un concepto clave de la teoría de grafos, una rama de las matemáticas que estudia las propiedades de los grafos (que podemos simplificar como “redes de nodos”), que fueron muy útiles para el análisis urbano en materia de crecimiento económico, creación de empleo o de oportunidades laborales.

El término hub pasó entonces a designar un concepto empresarial relacionado con la convergencia localizada de expertos, empresas, profesionales o empresarios en un mismo espacio. Nacía así el concepto urbanístico de núcleo, centro de negocios o, simplemente, hub empresarial.

¿Qué impacto tienen los hubs en las empresas?

En un ejemplo sencillo, un empresario de un sector cualquiera tiene capital suficiente como para abrir una compañía pero necesita para ello una ubicación física. A través de un plan de negocio y una memoria técnica, determina que el mejor emplazamiento es, curiosamente, junto a la competencia. No es un caso aislado.

De hecho, es lo más frecuente dentro del mundo empresarial, y la ‘culpa’ la tienen los hubs de empresas y la concentración de un sector en una región. Estas empresas competidoras incluso forman agrupaciones legales (asociaciones, comités, centros de experimentación, etc.) que funcionan como hubs ‘virtuales’, con frecuencia dentro de hubs físicos.

Las empresas surgen allí donde ya hay empresas

En un reciente informe titulado ‘Dónde se concentran los trabajos y por qué es importante para las ciudades y regiones’ (2019), varios investigadores demostraron cómo la concentración previa de empresas y personas fomentaba el crecimiento a futuro de nuevas compañías, en parte porque en la zona ya hay una red empresarial orientada al sector.

Desdoblando el ejemplo mencionado en dos, uno B2C de una peluquería y otro B2B de una empresa de software:

El informe mencionado es clave para entender cómo nace un hub y cómo promoverlo: las ciudades que durante años fomentaron las redes densas tuvieron como resultado un aumento de los puestos laborales y la creación empresarial. Las que no, perdieron capacidad para atraer talento.

Los hubs presentan mejores ratios de supervivencia

Los beneficios agregados de la concentración geográfica (incluso de la concentración de competidores) o de la concentración virtual mediante agrupaciones de empresas son conocidos desde hace muchas décadas. Y uno de esos beneficios es la estabilidad empresarial de las empresas que participan en un hub:

Innovación, el producto estrella de los hubs

Los hubs generan innovación al concentrar personas con talento. Bajo este concepto sencillo hay una compleja red de procesos que dan lugar a nuevas ideas, tal y como señalaba un metaestudio que analizaba si los puestos laborales ‘siguen’ a los trabajadores (emergen de ellos) o estos persiguen los empleos.

La respuesta simplificada es ambas: primero, los trabajadores migran a la ciudad y otros entornos en los que ya hay empresas, formando o consolidando hubs en el proceso debido a su número; que a su vez ayudan a que surjan nuevas ideas debido a la alta concentración de talento específico en una región. En los hubs, la innovación surge por concentración.

Del mismo modo, la posibilidad de compartir experiencias será más alta en el hub, incluso si este es informal y no existe ningún tipo de coordinación empresarial o supraempresarial. El mero hecho de que los profesionales estén cerca ya supone un aliciente a la novedad.

Hubs más grandes del mundo (Silicon Valley, Nueva York…)

Silicon Valley es uno de los ejemplos mundiales más conocidos de hubs empresariales. Sin embargo, no es el único. Sin salir de Estados Unidos existen concentradores empresariales en San Francisco, Nueva York, Boston o Los Ángeles. La web Startup Blink tiene un mapa interactivo en el que es fácil observar dichas concentraciones empresariales.

China, país caracterizado durante la última década por una notable inversión pública en tejido empresarial, dispone de nodos como Shenzhen, conocido como el nuevo epicentro de la innovación tecnológica mundial, así como otros más ‘pequeños’ como la calle Chuangye Dajie o Avenida de los emprendedores de Pekín, ubicado en el centro tecnológico de Zhongguancun.

A escala debido al factor poblacional, en España destacan dos grandes redes de hubs —Barcelona y Madrid, en este orden, aunque la Ciudad Condal sigue cayendo en referencia a innovación mundial— seguidas de una decena de ciudades con cinturones industriales. En Barcelona destacan el distrito tecnológico 22@, Tech Barcelona (antes Barcelona Tech City), Disseny Hub o Impact Hub; mientras que en Madrid lo hacen Campus Madrid by Google for Startups, Impact Hub, Silicon Alley, TheCube, y Viveros municipales y La N@ve.

Promover los hubs empresariales es un paso imprescindible a la hora de captar talento, capital y crear empresas, así como de cara a estabilizar el mercado de trabajo, mejorar los ratios de supervivencia de las empresas y fomentar la innovación.

Imágenes | Romain Tordo, Alina Grubnyak, JOHN TOWNER, Clint Adair

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