El ratio de tesorería, un indicador clave sobre nuestra liquidez

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El ratio de tesorería es uno de los cocientes que nos pueden ayudar a mantener bajo control nuestra liquidez. Intenta buscar un equilibrio entre la escasa rentabilidad que ofrecen los activos más líquidos y la necesidad de asegurar una puntual capacidad de pago en todo momento.

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Qué es el ratio de tesorería, qué mide y cómo se calcula

El ratio de tesorería la podemos definir a través de la siguiente fórmula:

RATIO DE TESORERÍA = (TESORERÍA + INVERSIONES FINANCIERAS TEMPORALES) / PASIVO CORRIENTE

Vemos que en el numerador tenemos:

En el denominador tenemos el pasivo corriente, que nos está marcando las deudas que tenemos que atender a lo largo del ejercicio. 

Por lo tanto, lo que pretendemos medir es hasta qué punto tenemos activos de elevada liquidez para pagar las deudas. En cierto modo, es una manera de analizar el ‘colchón’ del que disponemos para realizar los pagos en el caso de que los flujos de caja no sean los esperados. 

Valores óptimos

Los valores óptimos pueden variar de una empresa a otra. En general, suelen rondar del 0,2 al 0,3. De todos modos, hay que tener en cuenta algunas consideraciones:

Por qué es importante el ratio de tesorería

Internamente, sirve para buscar un equilibrio entre liquidez y rentabilidad. Nos interesa conocer el ratio de tesorería y su evolución para poder mantener un control. Llegado el caso, si observamos desviaciones significativas, podemos plantear medidas correctivas.

Externamente también es importante mantener un valor razonable. Si es muy elevada, estamos lanzando un mensaje excesivamente cauteloso que puede inducir a la desconfianza. Por el contrario, si es muy reducido, puede generar temor al impago.

Relación con el ratio de liquidez y el ratio de disponibilidad

Las tres comparten un mismo denominador, pero distinto numerador. La de tesorería muestra una versión intermedia entre las otras dos. El ratio de disponibilidad solo incluye en el numerador la tesorería. Mientras, el de liquidez incluye todo el activo corriente; es, en definitiva, una forma de mostrar en formato de cociente el concepto de capital circulante.

Analizando los tres no solo valoramos la liquidez que nos proporciona el fondo de maniobra o capital corriente, sino su composición. Realmente, del conjunto de activos que hay en una empresa, no todos tienen la misma facilidad para convertirlos en dinero ni aportan idéntica rentabilidad. 

Por lo tanto, debemos analizar cada tipo de activos corrientes de una forma más individualizada, pero relacionada con las demás. Con estos ratios, obtenemos una visión de conjunto.

El ratio de tesorería es un punto de referencia que toda empresa debe controlar. Es necesario ponerlo en relación con otros datos y circunstancias que lo sitúen en su contexto.

Imágenes | Kelly Sikkema, Adnan Elezovic, Adeolu Eletu, LinkedIn Sales Solutions    

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