Qué son y cómo se calculan los ratios de liquidez de una empresa

Ratios de liquidez

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Los ratios de liquidez son una interesante herramienta para hacer una primera aproximación al estado de la tesorería de la empresa. 

¿Para qué sirven los ratios de liquidez?

Por sí solos, su utilidad es limitada. Es necesario realizar una comparación temporal y sectorial para comprender su evolución y las fortalezas y debilidades de la gestión de tesorería de nuestra empresa. Además, conviene analizarlos comprendiendo las diversas alternativas disponibles para la tesorería.

No obstante, lo que se busca es analizar qué valores podrían ser convenientes a fin de lograr un equilibrio entre diversos aspectos, entre los que destacan los siguientes:

Ratio de liquidez general

Este ratio recibe muchas denominaciones como, entre otras, ratio de circulante, razón corriente o, simplemente, ratio de liquidez. En todo caso, lo calcularemos así:

RATIO DE LIQUIDEZ GENERAL = ACTIVO CORRIENTE / PASIVO CORRIENTE

Calculando los ratios de liquidez

Este ratio de liquidez está muy relacionado con el capital corriente. Representa el cociente entre los activos que esperamos realizar durante el ejercicio y las deudas que deberemos satisfacer durante ese mismo período. Sin embargo, a diferencia del capital corriente, no se mide en unidades monetarias, sino que es una magnitud adimensional.

El valor óptimo del ratio de liquidez general

Con el ratio de liquidez general obtenemos una cifra que, en la mayoría de las empresas, debería situarse, aproximadamente, entre 1,5 y 3. No obstante, puede haber diversas circunstancias que pueden recomendar otros valores como los siguientes:

Controlando los ratios de liquidez

Prueba ácida

En este ratio, a diferencia de en el ratio de liquidez general, se restan las existencias del numerador. La razón es que su transformación en dinero es algo más compleja que la de otros elementos del activo corriente, ya que está condicionada a la realización de ventas. Su fórmula es:

PRUEBA ÁCIDA = (ACTIVO CORRIENTE – EXISTENCIAS) / PASIVO CORRIENTE

Su valor óptimo suele rondar la unidad. Sin embargo, como en el ratio anterior, deben considerarse las circunstancias que recomienden incrementar o disminuir la liquidez.

Ratio de tesorería

Mide la relación entre el valor de la tesorería y sus equivalentes y el pasivo corriente. Entre los equivalentes se consideran las inversiones financieras temporales, dado que suelen tener una conversión a dinero relativamente sencilla. Su fórmula es esta:

RATIO DE TESORERÍA = (TESORERÍA + INVERSIONES FINANCIERAS TEMPORALES) / PASIVO CORRIENTE

Como en ratios anteriores, se deben considerar muchas circunstancias para determinar qué valor óptimo debería tener. Suele rondar un 0,3. Sin embargo, puede ser conveniente ampliarlo o reducirlo, especialmente en función de la dificultad o facilidad de acceder a vías de financiación a corto plazo.

Examinando los ratios de liquidez

Ratio de liquidez inmediata

Es semejante al ratio de tesorería. pero en este caso en el numerador solamente aparece la tesorería:

RATIO DE LIQUIDEZ INMEDIATA = TESORERÍA / PASIVO CORRIENTE

Suele convenir un valor en torno a 0,1. Sin embargo, esta cifra puede variar ampliamente en función de las opciones que tenga la empresa para gestionar la tesorería, del ritmo de cobros y pagos y de las propias circunstancias del momento, entre otros factores.

Los ratios de liquidez son una herramienta importante para comprender cómo se gestiona el dinero en nuestra empresa. No obstante, siempre conviene analizarlos dentro de un estudio más amplio que atienda a las circunstancias concretas del negocio.

Imágenes | iStock

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