Zapatillas hechas al tacto. Hablamos de Timpers, una empresa alicantina llevada por personas ciegas que se dedicada al diseño y comercialización de zapatillas para todo el mundo.
Los tres socios tienen una discapacidad y su objetivo es seguir creciendo contratando gente “tan capacitada como ellos” y demostrar que una empresa con esas características puede ser rentable y exitosa, a la par de poner su granito de arena para conseguir una normalización de todas aquellas situaciones que tienen que ver con la discapacidad y el mundo laboral.
En estas líneas hablamos con Diego Soliveres Rodríguez, Diseñador y Director de Comunicación de Timpers. [hde_related]
¿Cómo surge esta marca de zapatillas? ¿Por qué Timpers como nombre comercial?
La marca surgió de Aitor y Roberto, mis dos compañeros en Timpers. Ellos, que se conocían desde hacía tiempo, ya habían tenido ganas de emprender y, como buenos alicantinos, decidieron crear una marca de zapatillas, de las que hay mil competidores en el mercado.
Además, ellos formaban parte del equipo técnico del equipo de Fútbol -5 para ciegos de Alicante, haciendo uno de ellos la labor de entrenador y el otro, la de guía. Yo me uní al equipo como jugador y fue allí donde nos conocimos.
Un día, se les ocurrió llevar sus zapas a un entrenamiento con el fin de que las viésemos y, por qué no decirlo, a ver si nos vendían algunas. Se quedaron tan sorprendidos de cómo veíamos los ciegos las zapas (tocándolas por todas partes, metiendo la mano, viendo la dureza y flexibilidad de los materiales, etc) que decidieron hacer un modelo concreto, diseñado al tacto, por los compañeros del equipo. Yo fui uno de los colaboradores y las zapatillas tuvieron tanto impacto en concursos y medios, que decidieron pivotar y dedicar la empresa a esta línea de zapatillas. Ahí fue cuando me ofrecieron entrar en el equipo y aquí estamos ahora.
Sin duda, la historia es bonita y siempre nos gusta recordarla.
https://www.youtube.com/watch?v=h13vGL7O2eQ
En cuanto al nombre, me gustaría poder contarte una bonita historia pero fue un nombre que les gustó a mis compañeros cuando crearon la marca y ese fue el que se quedó. La verdad es que, suena bien pero no tiene ningún significado especial.
¿Cómo fueron los inicios? ¿Con qué sorpresas os encontrasteis?
Como siempre, los inicios fueron duros. Primero, porque cada uno teníamos nuestros trabajos y nuestras carreras en marcha, por lo que le dedicábamos el poco tiempo que nos quedaba y, encima, siempre agotados. Además, los pocos recursos, los mínimos tan altos que te exigen en el calzado y demás, no lo hacían fácil. También es cierto que hubieron muchas sorpresas positivas: ganar los concursos de emprendimiento social a los que nos presentábamos; el interés de los medios… Así que hubo de todo: algún revés importante, pero acompañado siempre de algo que nos hacía tirar con más fuerza si cabe. Imagino que es muy importante la actitud y creo que la nuestra, es muy buena.
¿Hubo gente a vuestro alrededor que pensó que era una locura?
Seguro que la hubo ya que opinar es gratis y siempre hay de todo en todas partes. Precisamente, en mi caso, me encontré lo contrario y creo que es de las cosas más bonitas que me han pasado y el empujón que me hizo tomar la decisión de marchar a Valencia. Yo estaba trabajando en la O.N.C.E., en la venta del cupón con el objetivo de encauzar ya mi vida, pelear por un puesto fijo y dejar de dar tumbos. Se me hacía muy duro decidir. Y fue mi madre la que me hizo entender que, si esto iba bien, era una forma de poder dejar ese trabajo, tan digno y tan duro a la vez, para poder vivir más tranquilo y que si, por lo que fuese, no iba bien, siempre podría volver y pedir de nuevo la venta. Así que, casualmente, las muestras más cercanas que yo tuve, fueron todo lo contrario y, además, decisivas.
El emprendimiento implica enfrentarse continuamente a retos ¿Cuál ha sido la mayor satisfacción que habéis reportado?
La verdad es que, durante cada momento de la empresa y, conforme íbamos dando pasitos, hemos tenido muchísimas satisfacciones, de esas que ya no se olvidan.
La primera, fue entrar en Lanzadera, la aceleradora de empresas impulsada por Joan Roig, Presidente de Mercadona. Eso hizo que los tres dejásemos Alicante para afincarnos en Valencia y, aunque fue un paso duro e importante, el saber que una aceleradora de ese prestigio, instalaciones y equipos, se fijaran en nuestro proyecto, fue brutal.
También nos hizo mucha ilusión recibir el Premio al Emprendedor con Discapacidad de la Revista Emprendedores, una de las más prestigiosas publicaciones sobre emprendimiento.
Y, aunque no sean puramente empresariales, el que te paren por la calle y te pregunten si eres el de las zapatillas de Instagram, también da mucha satisfacción. No cabe duda. Esperamos seguir haciendo las cosas bien para poder tener alegrías como esas…
¿Qué relevancia ha tenido para vosotros el uso de redes sociales a la hora de daros a conocer?
Me atrevería a decirte que nuestra comunidad lo es absolutamente todo para nosotros. Hay que tener en cuenta que la mayoría de nuestros seguidores, además de apoyarnos por las zapas y porque les guste la marca, lo hacen por el carácter social del proyecto. Siempre decimos que la zapatilla es el vehículo para conseguir nuestros objetivos y la gente, apoya el proyecto con una empatía y una solidaridad admirable.
Por ejemplo, en Instagram tenemos casi 17.000 seguidores que apoyan cada publicación y cada acción que hacemos. La “Familia Timpers” es, sin duda, la mejor y más avenida familia del mundo.
Además, siempre tratamos de dar normalidad y un toque de humor a cualquier situación, y eso también hace que nuestros contenidos sean divertidos de ver. Así que, aprovecho esta oportunidad para decirles a todos los lectores, que nos echen un cable y sigan a Timpers en todas las redes.
Una ventaja y una desventaja de ser emprendedor
Como ventaja, destacaría lo inmensamente feliz que te hace ver crecer un proyecto que lleva tanto de ti, de tu sacrificio, de tu esfuerzo, de tu tiempo… Incluso, de tu dinero. Es una satisfacción total y un orgullo ver los resultados de tantas cosas y tanta gente detrás. Eso no se paga con dinero.
Como desventaja, sin duda, la esclavitud que supone. No es como trabajar para otro. Aquí es muy directa la relación entre el trabajo y los resultados y, encima, no es ciencia exacta. Y más, al principio… No hay fines de semana, las jornadas se alargan en proporción al trabajo y tienes que estar 7 días de la semana, 365 días al año “a ver qué pasa…”.
¿A dónde queréis llegar? ¿Qué planes tenéis a corto plazo?
Está claro que todavía somos una empresa muy joven y a veces nos sorprende lo rápido que parece que esto crece. No obstante, tenemos los pies en el suelo y nuestros objetivos, con trabajo y humildad se pueden centrar en tres: primero, poder ampliar el equipo y dar un paso efectivo hacia nuestro objetivo de la normalización de la discapacidad y el mundo laboral. A este respecto, acaban de calificarnos como Centro Especial de Empleo, lo que nos va a facilitar llevar a cabo esta gran labor, la más importante para nosotros.
En segundo lugar, queremos ser referencia en España, tanto por lo social como, sobre todo, por nuestro producto. No queremos que se nos vea como una ONG o similar, queremos que la gente tenga claro que, si no vendemos zapas, no comemos. Por tanto, queremos vivir de la calidad y no de la caridad.
Por último, poder internacionalizarnos y tener una tienda física ya que, al diseñar con el tacto, veo fundamental que la gente pueda tocar las zapatillas y apreciar la propuesta completa.
¿Qué consejos darías a alguien que quiere montar una empresa?
Diferenciaría entre dos fases: la fase previa y ya, una vez que hemos conseguido montar la empresa. Para la fase previa, los consejos que yo daría serían los siguientes:
- Tener muy clara la idea y el proyecto para poder dedicar todo el esfuerzo y, sobre todo, los pocos recursos con los que se cuentan en una fase inicial.
- Hacer una búsqueda INCANSABLE de ayudas, concursos de emprendimiento, premios, subvenciones, etc. Nosotros tuvimos la suerte de contar con una ayuda muy potente del Fondo Social Europeo gracias a Fundación O.N.C.E.
- Ser flexible a la hora de pivotar, si se da el caso. Cuando tenemos una idea, nos parece la mejor del mundo y, por desgracia, muchas más de la mitad de Startups que emergen, no consiguen prosperar. Hay que tener la mente clara para ver cuándo algo necesita un cambio.
[hde_quote author=»Diego Soliveres Rodríguez,» position=»Diseñador y Director de Comunicación de Timpers»] Importan mucho más nuestras capacidades que nuestras discapacidades. [/hde_quote]
Por otro lado, una vez que hemos conseguido poner en marcha el proyecto, yo haría hincapié en otros tres consejos:
- Tener una rutina y un orden de hábitos muy marcados, en el que el trabajo esté organizado. Esto también implica una cosa muy importante que mucha gente olvida: tiempo para el descanso y la desconexión mental, ya que, si nos quemamos o perdemos la energía, será imposible llevar a cabo el trabajo.
- NUNCA dejar de formarse y aprender. Hay que ser activo, estar en constante formación y, sobre todo, nunca pensar que somos los mejores o que lo sabemos todo. El mundo de la empresa es dinámico y cada día aparecen nuevos conceptos, fórmulas, modelo de negocio, etc.
- Por último (y no menos importante) es hacer buenos contactos. Estar bien conectado es fundamental y hay que aprovechar cualquier oportunidad para relacionarse bien.
Vosotros sois fuente de inspiración. ¿Alguna frase para aquellos que todavía no se atreven a emprender?
Cuando he hecho alguna entrevista o he tenido la suerte de asistir a algún foro de emprendimiento y demás, siempre me gusta dejar muy claras dos cosas: “No podemos permitirnos ponernos límites porque ya tenemos que pasar mucho tiempo y esfuerzo resolviendo o superando los que la vida misma nos va poniendo en el camino. Por tanto, la gente no puede caer en el error de que los límites a los que tenga que enfrentarse, sean los que ellos mismos (o nosotros mismos, en muchos casos) nos ponemos”. Por otro lado, para terminar siempre me gusta usar que “Importan mucho más nuestras capacidades que nuestras discapacidades”. Esas serían las dos frases que reflejan el espíritu Timpers.