Pablo, periodista, se fue al paro hace una década después de muchos años trabajando en una editorial de revistas técnicas con sede en Barcelona. Después de meses de incertidumbre, su compañía acabó declarándose en quiebra y Pablo, que había aguantado meses en su puesto de trabajo sin cobrar un euro, no tuvo más remedio que renunciar a su indemnización, esperar a la del Fondo de Garantía Salarial y empezar a cobrar su prestación por desempleo.
Sin embargo, al cabo de poco tiempo, Pablo, que “se recicló” con un máster en redes sociales y marketing digital, encontró trabajo como community manager en una multinacional que vende software para grandes empresas. Y lo hizo a través de LinkedIn. La empresa lo encontró y lo llamó.
Aunque un estudio de Adecco de 2017 dice que las redes sociales no son la primera opción a la que recurren los candidatos a la hora de buscar trabajo (antes están los portales web de empleo), y su uso es a veces esporádico y complementario, sí que son una vía muy transitada por muchos demandantes de empleo en España. Y también son abundantes las empresas que crean perfiles en estas plataformas para publicitar sus vacantes e iniciar procesos de selección. [hde_related]
Un 78% de los usuarios busca empleo por las redes
Así, un 78% de los aspirantes utiliza las redes como Linkedin o Facebook para buscar trabajo, muchos más de los que, por ejemplo, recurren al Servicio Público de Empleo (SEPE). Además, la historia de estos demandantes de empleo, como la del periodista Pablo, puede acabar con un final feliz. Pero para que esto ocurra deben ser constantes y originales en sus perfiles. A fin y al cabo, hay millones de aspirantes y en principio todos se parecen mucho.
The Key Talent, compañía tecnológica especializada en captación de recursos humanos, da cinco consejos para tener éxito en la búsqueda de empleo a través de las redes sociales. Son los siguientes:
- Crear un perfil relevante. Es fundamental que el perfil sea lo más completo posible. Los reclutadores deben saber de un vistazo si el candidato se adecúa al puesto que se oferta o no. Para ello, es fundamental recoger toda la trayectoria, los intereses, una fotografía sonriente y positiva y escapar siempre de los buzzwords (palabras de moda) o de la jerga.
- Hay que diferenciarse. No hay miles, sino millones de perfiles similares. Por eso es crucial crear uno capaz de contar una historia diferente, que sea memorable. El diseño aquí tiene un impacto bastante positivo. De hecho, las infografías son una opción que cumple muy bien con estos requisitos, puesto que se trata de un formato diferente, explícito y visual.
- Hacer un buen networking. Es interesante seguir a las personas más relevantes del área en la que se busque desarrollar la carrera profesional. Aprender de lo que dicen, de los temas de los que hablan, estar al tanto de su agenda, etc. Además, hay que conectar también con empresas, dado que muchas vacantes se publican, en primera instancia, en sus propios perfiles y páginas web.
- Hay que ser proactivo. No se ha de tener miedo a participar en la conversación, a aportar un punto de vista, aunque sea diferente. Resolver las dudas si se saben las respuestas y construir autoridad en aquello que se domina puede situar al usuario en el punto de mira de los reclutadores.
- La paciencia es un valor. Encontrar el puesto de empleo que se busca no es una cuestión de un día. Se ha de tener un plan, ser paciente, trabajar día a día para aportar nuevos detalles al perfil y esperar la oportunidad. Eso sí, no es conveniente “pedir trabajo”. En su lugar, el candidato ha de trabajar para resultar atractivo cuando la oportunidad surja.
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