La victoria de Carlos Sainz en el Dakar 2020 en Arabia Saudí ha quedado enmarcada para la historia de la competición.
El pasado enero el español logró su tercer campeonato con 57 años tras sus triunfos de 2018, con 55 años, y 2010, convirtiéndose en el piloto de más edad en ganar la carrera.“Ha sido un rally muy difícil desde el inicio. Solo mi equipo y yo sabemos lo mucho que hemos apretado desde el primer día”, declaró Sainz después de la proeza.
Sin duda, el madrileño se valió de su entrenamiento y esfuerzo para superar al otro gran favorito, el qatarí Nasser Al-Attiyah, pero también de su extensa y profunda experiencia.
Si trasladamos este ejemplo de constancia, dedicación y carácter al mundo de la empresa, cabe preguntarse qué pueden aportar a las organizaciones los empleados que han rebasado los 50 años, en muchas ocasiones descartados de los procesos de selección únicamente por el factor edad.
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Todo apunta a que con la crisis de las pensiones y la mayor longevidad de la población, todos tendremos que trabajar más años, por lo que habrá más profesionales séniores en el mercado laboral y las empresas deberán flexibilizar sus políticas de contratación.
Es cierto que las nuevas tecnologías han puesto en una difícil situación a los perfiles más veteranos, pero estos destacan frente a los más jóvenes por otras cualidades que solo se adquieren con el paso de los años.
Conocimiento
Un trabajador de más edad tiende a acumular una experiencia notable y, a más bagaje, más conocimiento, incluso si se ha adquirido en otras áreas distintas a las que se dedica la empresa en cuestión, lo que dará a la organización un mayor know-how.
Mentoría
Debido a su dilatada trayectoria, un empleado sénior sabrá cosas que los más jóvenes desconocen, por lo que siempre podrá enseñarles algo nuevo. Fichar a un trabajador de estas características transmitirá sabiduría al resto de la empresa, extendiéndose un espíritu de querer aprender y saber más, lo que indudablemente será muy positivo.
Sinergias intergeneracionales
Los conocimientos que atesoran y los métodos de trabajo a los que están habituados los profesionales de más edad son diferentes a los de otros grupos de empleados, como los millennials. Esta mezcla de perfiles en un mismo equipo de trabajo puede ser muy enriquecedora y dar resultados sorprendentes.
Contactos
La red de contactos que poseen los trabajadores séniores suele ser muy amplia, ya que llevan muchos años de carrera profesional a sus espaldas. Así, pueden aportar una cartera de clientes o una serie de contactos de proveedores muy útiles para la empresa, e incluso hacer posible que se sellen alianzas de negocios importantes para la organización.
Fidelidad
Hay quien piensa que los profesionales con más años están menos comprometidos con su trabajo porque dan prioridad a su vida personal. Sin embargo, las responsabilidades familiares y el deseo de estabilidad hacen que estos empleados sean especialmente fieles, frente a los jóvenes, más propensos a cambiar de empleo. Esto, lógicamente, se traslada al conjunto de la empresa, con menos movimientos y una mayor solidez de los equipos de trabajo.
Inteligencia emocional
Inevitablemente, un trabajador con más experiencia suele ser un trabajador con más años. Y estos traen consigo algo fundamental en toda organización: la madurez. Esta cualidad de los séniores hará que sean más estables emocionalmente, sabiendo mejor lo que quieren y cómo lograrlo, por lo que su nivel de compromiso y fidelidad con la compañía estará fuera de toda duda.
Además, esta mejor gestión de las emociones frente a los perfiles más jóvenes les permite enfrentar mejor los cambios, las críticas constructivas y las complicaciones que puedan aparecer en el día a día del mundo laboral.
“Hay que mirar el crono y no el DNI»
Como vemos, contratar a personas mayores de 50 años es una buena idea porque permite contar en los equipos con perfiles experimentados, leales y emocionalmente inteligentes. Merece la pena recordar todas estas ventajas al abrir un proceso de selección, dando una oportunidad a este tipo de trabajadores.
Pero al margen de las cualidades que dan los años, la capacidad y la actitud del candidato son las que deben predominar por encima de la edad. Hay personas jóvenes con niveles muy discretos de proactividad, dinamismo y ganas de aprender, mientras que, por el contrario, hay gente de más de 50 años con verdadera inquietud por participar en nuevos proyectos, necesidad de aportar a la empresa y total disponibilidad y dedicación.
Tras su victoria, Carlos Sainz reconocía que su despedida está cada vez más cerca porque va cumpliendo años, aunque mientras se sienta en forma y tenga un buen coche, volverá al Dakar. “Hay que mirar el crono y no el DNI«, sentenciaba quien sigue disfrutando al volante y regalando grandes momentos a los amantes del deporte sin importarle la edad.
Imágenes | Portada: Flavien Duhamel / Peugeot Sport (Wikimedia) | KOBU Agency | Kelly Sikkema